Visita a las Edades del Hombre

Lerma ciudad Ducal, está claro que donde hay Rey no manda el duque. Así que un grupo de 30 socios y amigos de la Asociación de Mayores UC3M de la Universidad Carlos III Campus de Colmenarejo se disponen a pasar dos días por esa ciudad, villa cortesana y conventual del siglo XVII, emplazada sobre un cerro que domina el valle del río Arlanza en la provincia de Burgos. Se desplazan para visitar las Edades del Hombre.

Una vez llegados a Lerma lo primero que hicimos fue hacer check in en el hotel y a continuación, nuestra querida Carmen Camargo vocal de la Junta Directiva organizadora de estos mini viajes, nos llevó a una tarea muy importante: degustar su gastronomía.

¿Qué hicimos?

Ir a comer a Casa Brigante. ¡Cómo comimos!

De primero un queso curado con una cecina que aquello no se podía resistir, luego un lechazo del que todos repetimos, para terminar con postre y café todo regado con caldos de la Rivera del Duero ¡¡¡mejor imposible!!!

Desde esa plaza mayor que, con 6862 metros cuadrados, es una de las más grandes de  España, después de bien alimentados y con fuerza suficiente; continuamos nuestro recorrido: Ermita de la Piedad, Iglesia de San Pedro y Monasterio de la Ascensión para poder recrearnos en ANGELI, título de la vigesimocuarta exposición de Las Edades del Hombre.

En total consonancia con el título, la muestra pretende ser un acercamiento a la realidad espiritual de los ángeles.

Una muestra un poco difícil porque aunque constituye un mundo misterioso, que no enigmático, no es fácil de comprender en su totalidad. Al final ha resultado muy agradable y enriquecedor y casi hasta que cerraron estuvimos visitándola.

Hacía mucho frío y terminamos cobijándonos en el impresionante Palacio Ducal hoy en día convertido en El Parador, ubicado en la parte alta de la villa, allí terminamos una tarde- noche super agradable, todos charlando y riendo.

Al día siguiente por la mañana ponemos rumbo a Gumiel de Izan, dónde vamos a visitar una Bodega: Estrella de tres puntas en la Ribera del Duero.

Tengo que reconocer que he visto muchas bodegas pero como ésta ninguna, fue tan grande la impresión que nos dio a todo el grupo, que creo que hoy aún no salimos de nuestro asombro. PORTIA es una bodega diseñada por el estudio de arquitectura de Norman Foster & Partners un proyecto arquitectónico espectacular símbolo de vanguardia. Es una estrella de tres puntas en el corazón de la Ribera del Duero.

Es un icono de la arquitectura del mundo del vino, en ella está puesta luz, materia y alma, todos sus materiales aúnan el equilibrio con el paisaje y la tierra con el cielo.

Qué podemos decir de sus vinos que allí degustamos: un vínculo perfecto entre enología y arquitectura, su blanco verdejo presentaba un tono dorado con reflejos verdosos y con notas de fruta tropical, resulta un vino elegante.

El tinto un roble joven pero de intenso color granate y sus destellos púrpura un vino equilibrado, a todo ello tenemos que mencionar unos aperitivos exquisitos y así terminamos la visita a la bodega, imposible poner pega alguna.

Para terminar comida en el Castillo de Izan un restaurante en plena Ribera del Duero con su comida castellana como estrella y para bajar la comida una vuelta por Aranda de Duero dónde nos paramos a ver sus iglesias y tomarnos un chocolate con churros, para llegar a Madrid bien cenados.

Viaje maravilloso como siempre los que prepara Carmen, mujer super minuciosa en este tipo de viajes. Que no nos falte de nada y en esta ocasión no podía faltar ese regalo que nos hizo de una botella de la Ribera del Duero. Quiere que todos vuelvan con ganas de volver al siguiente viaje.

Gracias Carmen por tu buen hacer, amabilidad y simpatía para llevar todo esto acabo, hasta el próximo.