Delirio

En el día de hoy sábado 30 de mayo a la hora de costumbre tendríamos que haber asistido en el Auditorio Nacional de Música, al concierto de música que llevaba por  título “Delirio”, en el la Orquesta Nacional de Música esta vez estaría dirigida por la directora francesa Emmanuelle Haïm y acompañada por la soprano Holandesa Lenneke Ruiten, nos interpretarían música de George Friedricg Händel, uno de la mayores exponentes del barroco.

Händel servido por una de las batutas actuales que mejor le entienden. Un pri­vilegio que nos llevará al delirio, como el de una de las cantatas amorosas que el compositor escribió en su viaje a Italia: Il delirio amoroso HWV 99, donde nos será narrada la pasión y el dolor de Chloris por Thyrsis, perdiendo la cabeza y… bueno, mejor no hacer mucho spoiler; con maravillas en el violonchelo, el violín, la flauta de pico y el oboe.

En Italia absorbió el alemán formas y esencias de nombres como Scarlatti para lo dramático y Corelli para lo instrumental, cuyo sublime trabajo solisti-ripieno en los concerti grossi reflejó en su Concerto Grosso, opus 6-1 en sol mayor, HWV 319.

Ya en Inglaterra, encan­tado quedó el Rey Jorge I con la Música Acuática que Händel compuso para él. Tres veces hubo de interpretarse en una barcaza sobre el Támesis, en su excursión fluvial a Chelsea. Cerca de 50 músicos dando vida a una de las obras más conocidas del Barroco y un río repleto de embarcaciones que no quisieron perderse tal evento. Prueben ustedes, a ver si son capaces de escucharla una sola vez.

Water Music (Música acuática) en sol mayor, suite nº 3 HWV 350

Water Music (Música acuática) en fa mayor, suite nº 1 HWV 348