Ocho minutos

Hace ya unos pocos años, decidimos pasar unos días en Oporto y, cómo no, hacer un alto para visitar la entrañable librería Lello.

Rastreando en su sección de oportunidades encontré un modesto libro de 5 euros, con un título en letras mayúsculas bien atrayente: ASTRONOMIA.

Este tema es de los que uno aparca para hincarle el diente “más adelante”.

Arrinconado en el estante más inaccesible del dormitorio y lleno del polvo de sueños rigurosamente incumplidos durante años, hoy le toco su aplazado minuto de gloria. Con pereza y curiosidad al 50% y una cafetera que tuve que calentar varias veces, fui metiéndome poco a poco en los misterios del universo.

-No me digas !Oh!. Vaya!- iban golpeando como pedradas a mi ignorada -ignorancia en el tema. Y no era para menos.

Resulta que la luz del sol tarda la friolera de 8 minutos en llegar a la tierra.

Carajo! O sea, pensé: -Desde que ese rayo de luz abandona el Sol y me acaricia en la cara paseando al perro, hubiera podido prepárame otro café, hervir la pasta al dente, mantener una sesión amatoria o pasar una consulta en la seguridad social…

– Me dejo pasmado y con la boca abierta la noticia.

Después, mi mente racionalista trato de aplacar la conmoción inicial: La tierra está a 150 millones de kilómetros del Sol, se mueve a unos 30 km/sg. y tarda un añito en completar su órbita.

¡Hombre! ……esto ya tiene algo más de pase.

¡Pero no queda ahí la cosa!, luego vino la parte más poética y evocadora en materia de nombres con los que los astrónomos han bautizado a los hijos de los otros planetas.

Marte, nuestro vecino más próximo, tiene dos lunas Fobos y Deimos, pequeñas isletas estelares con una veintena de km. de diámetro. Desde que lo leí, he cambiado el nombre a mis dos gatos siameses, aunque debo reconocer que les está costando acostumbrase.

Con Júpiter ya han rizado el rizo la gente del telescopio; han descubierto 16 lunas de las cuales las hermanas mayores son: Io (yo en italiano), Europa, Ganimede y Calisto. He pensado en Calisto para el perro, pero es muy largo para llamarle cuando se pone a perseguir conejos. No se, no se….

Y queda Urano!! Tachan,Tachan!. Descubierto en 1781, es muy grande y esta muy lejano del Sol, por lo que tarda la friolera de 84 años en completar su órbita. Es decir que, si los hipotéticos habitantes de Urano tuvieran las mismas expectativas de vida que en la tierra, muchos de ellos morirían antes de cumplir un añito. Una lástima.

Pero respecto a lunas conocidas, se lleva la palma. Nada menos que 15.Y aquí si que los hombres de ciencia han tirado la casa por la ventana pues decidieron ponerles los nombres de personajes de obras de Shakespeare : -Miranda, Ariel, Ofelia, Umbriel, Titania, Oberon, Puck, Desdemona, Cresida, Stefano,….……y ,¡cómo no!, Cupido.- Con absoluta humildad, me quito el sombrero!.

Solo me queda esperar pacientemente el nacimiento de algún nieto para tratar de colocar mi candidatura para su nombre. No quiero abundar mas con el resto de los planetas pues en todos ellos las jornadas de brain storming han sido bien aprovechadas a la hora del bautismo.

¡De nuevo, enhorabuena!

Solo me queda, por esta vez, cursar una solicitud a quien corresponda, ósea para que nade sine die por el éter interplanetario. Me gustaría que se dotara de un presupuesto extraordinario al ministerio de cultura para una operación Renove bien especial, la sustitución de todos los TV de los comedores y salas de estar de las familias de este brutísimo país por un telescopio (con trípode, eh!) para su instalación cercano a la ventana, en la terraza, en el jardín o en la calle para cuando vayamos de paseo, que nos permita levantar la vista por encima de nuestro tristón y alicaído horizonte diario de libertades comprimidas y nos permita ver la belleza de los Venus, Martes, Saturno, ….y de sus preciosos retoños revoloteando a su alrededor.

¿Os imagináis a los niños arremolinados junto al telescopio dándose empujones por ser el primero en mirar ? -mirad, mirad, por este tubo. Esa debe ser Desdémona. Esa, creo que es Fobos.

Y aquella, a ver a ver….parece Miranda…….Nacho! deja mirar a tu hermano que tu ya lo has visto.

No importa que os lo inventéis, lo que importa es que dejemos volar nuestra imaginación mirando hacia las estrellas y que olvidemos por un momento las frías cifras de los abuelos que nos han dejado o de aquellos que pueblan las mazmorras del dolor de nuestros hospitales. Esperando que se cumplan pronto mis deseos, me llevo a los niños, al perro y al telescopio al parque. La abuela no ha querido venir por aquello de ser población de riesgo.

Félix Sánchez